lunes, 24 de junio de 2013

Una de las primeras obligaciones de los hermanos de la logia, era auxiliarse y protegerse en cualquier conflicto de la vida civil, apoyando sus opiniones pero si estas eran contrarias a la opinión pública, los hermanos debían por lo menos observar silencio. 
En cuanto a las leyes penales estas contemplaban que el hermano que dejara de asistir por mera voluntad a las reuniones del taller, siendo muy frecuentes sus faltas, era declarado inhábil para cualquier puesto y por el tiempo que juzgara la logia. Otro aspecto importante era el juramento de guardar silencio por todo lo que se trataba en la logia y el hermano que revelara el secreto de la logia ya sea por palabras o señales, era reo de muerte. y el que acusara falsamente a otro hermano era castigado con la pena del Talión. El que no cumpliese con lo resuelto por la mayoría del taller era castigado con la pena que correspondía a la gravedad de la falta. En el Reglamento de debate, los socios tenían que asistir con puntualidad. Ninguna moción podía discutirse sin ser apoyada, el hermano podía opinar libremente sobre la materia en discusión pero no podía hacerlo sin haber pedido y obtenido la palabra del Presidente. La votación se realizaba levantando la mano derecha por la afirmativa, y permaneciendo las manos quietas por la negativa. 
Así funcionaba una logia lautarína en la época de la guerra por la independencia, no hay duda que fueron instrumentos efectivos para concretar la empresa independizadota americana, fueron vías políticas con un objetivo definido y para lograr ese objetivo sus principales dirigentes (todos masones), tomaron los medios y las formas de funcionamiento masónicos. Luchar por los derechos humanos y por la independencia de los pueblos era y sigue siendo el objetivo de las logias lautarínas y de todas nuestras logias masónicas. 

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